El Libro Con Menos Lógica

Índice

Este libro está bajo la licencia CC BY-SA 4.0.
Terminado en agosto de 2020.

Iván Alejandro Ávalos Díaz
https://avalos.me/

Dedicado a mi familia, amigos, compañeros y a mucha gente que realmente aprecio.

Prólogo

Escribí El Libro Con Más Ilógica en 2017, como un experimento para escribir algo completamente ilógico, estúpido y sin sentido: terminó siendo más lógico de lo que creí. Esta vez, escribo esto en 2020, tratando de explorar nuevas formas de desafiar las leyes de la lógica y creando nuevos paradigmas filosóficos que desafíen nuestras mentes lógicas. Utilizando conceptos ilógicos, conectados de manera lógica y escritos de una forma poética y estéticamente bella. Este libro es más profundo que su predecesor, cuestionando al universo, a nosotros mismos y a la realidad: ¡hay todo un universo contenido en este libro!

Al igual que el libro anterior, este libro tampoco estuvo escrito bajo el efecto de drogas psicodélicas o alcohol; sin embargo, varios capítulos fueron escritos bajo el efecto del cansancio.

Dato curioso: el último capítulo fue inspirado en sueños que he estado teniendo desde ayer (5 de julio). ¡Realmente soñé eso! Poco antes de esos sueños, e incluso antes de comenzar a escribir el capítulo, ya estaba titulado «Sueños»―apenas me doy cuenta.

Capítulo I. El proceso de existencia y el universo

En el comienzo del final, había un silencio ruidoso saliendo del Sol, que no era para disfrutar, ya que no había tal Sol, ni tampoco tal comienzo: era el nacimiento de un universo, era el fin del comienzo. Todos estaban molestos por tal desafortunado evento, ya que no era su universo el que estaba siendo creado, sino el que estaba siendo destruido por una ligera cantidad de verdad, suficientemente peligrosa como para poner a todos a dormir por un rato, hasta que su vacía e insignificante existencia se adueñara del reino del sentido y la destrucción, conviertiendo al universo entero de vuelta a un grano de arroz.

¿Valió la pena crear el universo? La respuesta yace en la pregunta misma: valió la pena crear el universo. ¿Por qué? Porque no hay razón para pensar lo contrario, no carecemos del suficiente valor como para pensar que las cosas valgan, nuestros cerebros no son más que parte del valor sobre el que estamos pensando todo el Tiempo. El universo es suficientemente grande como para que nos sigamos preguntando cuándo comenzó todo; pero la respuesta está justo enfrente de nosotros, solo que no es material, para que nuestros cerebros materiales puedan seguir adelante a través de esa cosa que llamamos realidad.

A menudo miramos hacia atrás para entender lo que viene, solo para darnos cuenta de lo irreal que es todo, y de lo deliciosa que es la comida irreal. Cocinamos nuestra comida, comemos nuestra comida y nos deshacemos de lo que ya no queremos ni necesitamos; y seguimos comiendo, sin importar la tragedia de la cual estamos siendo parte cada día. El universo no estaba destinado a ser comida, el universo estaba destinado a ser la cocina para algo más. Preguntar qué es ese «más» es como preguntar por la receta secreta en uno de los restaurantes más famosos en nuestra realidad. Pero ese «más» está justo enfrente de nosotros de todos modos, ¿por qué no podemos tan solo abrir nuestros ojos? Probablemente porque no haría ninguna diferencia si nuestras mentes están cerradas, nuestras mentes se rehusarían a procesar tal información, ¿por qué siquiera molestarse? Hay tan solo un protón de diferencia entre el abierto y cerrado, y también un verdadero protón en medio, que solo podemos destruir si destruimos primero nuestro universo, lo cual borraría el abierto y cerrado también, dejándonos sin opciones y dejándonos sin nosotros.

No hay nada que ver cuando estamos rodeados por todo lo que podemos posiblemente imaginar, ya que vivimos rodeados por nada que ver. Nuestras frágiles imaginaciones tienen un límite, dictado por el tamaño de la cocina en la que nuestro «más» está siendo cocinado, controlado por el protón del medio de nuestra mentalidad binaria e impulsado por la cantidad de comida que estamos poniendo dentro de nuestro sistema pseudo-cósmico. Hay todo un universo siendo procesado detrás de escenas, y no somos más que parte de él, ni estamos haciendo más que escapar de nuestro inútil destino. Fuimos hechos para escapar, y de alguna forma hemos logrado superar nuestro destino; pero nuestro universo no, y aún somos parte de él. ¿Deberíamos cambiarnos a otro? Ese «más» es algo que estamos cocinando, algo que siempre hemos estado cocinando dentro del horno… ¡tenemos control sobre el proceso!

No hay proceso sin nosotros; sin embargo, parece que puede haber un nosotros sin el proceso. No había proceso antes de que todo dejara de comenzar; pero eso es porque somos el proceso, procesándonos a nosotros mismos. Somos el horno, somos la cocina, y no solo estamos cocinando un «más»… estamos cocinándonos en tal «más». Y el protón no está en el medio, el protón es la mentalidad binaria, así que no podemos destruir nuestra mentalidad, ya que nada es posible más allá de ella. El universo está ciclando indefinidamente, somos el «más» de un proceso anterior. No hay nada antes del proceso, porque somos el proceso ciclante… somos más que el proceso, somos el universo, y el Tiempo no es más que una percepción de nosotros mismos progresando a través del espacio, una yarda a la vez. Nuestro plano siempre ha estado invertido: hemos estado acostados en las paredes, es tiempo de tocar el techo mientras miramos el suelo.

No podría ser más específico, inmutable y sin sentido: el universo es un puño de todo hecho a partir de nada, después de todo; no hay bloques de construcción; pero en su lugar, hay bloques siendo construidos. No estamos solos, no puedes construir algo a partir de un solo bloque: necesitas varios bloques. Los bloques individuales no son nada, así que básicamente ya están construidos, y no hay necesidad de una cocina para hornear un solo nada: esa es la razón por la que somos una cosa y no un nada. ¿Somos nada? ¿Es posible serlo nada y todo a la vez? Estamos listos para descubrirlo, estamos listos para explicarnos; pero no estamos listos para enfrentar las respuestas después, un agujero en nuestras mentes las borraría de todos modos. El protón puede ser destruido solo si las respuestas son destruidas… ya no necesitaríamos más las preguntas si eso fuera a pasar, ¿o sí? La existencia entonces sería inútil, sin precio, sin sentido y sin significado.

Capítulo II. La historia de Sx. Laic y el todo

Siempre hay tanto detrás del nombre de una persona interesante, que nos encontramos a nosotros dentro de un bucle de curiosidad por descubrir lo que hay detrás. Sx. Laic no es una persona, Sx. Laic es la persona. Libre de culpa después de hacer lo peor y libre de miseria después de haber sido lo peor: no todos logran ir más allá de esta línea de libertad; de hecho, nadie lo logra además de Sx. Laic. Quizás te preguntes cuál es la definición de «peor» para elle, y te intrigues incluso más después de conocer la respuesta, ya que la respuesta está más allá de la comprensión humana, e incluso más allá de la suya. No hay nada más que saber sobre elle, además de lo que ya sabrías antes de mirar su rostro, porque la persona de la que estamos hablando no está físicamente viva. No hay nada que ver, no hay nadie sobre quien pensar, no hay nadie de quién hablar, porque somos físicos y elle está más allá de la física. Estamos dentro de una burbuja, elle está fuera de la burbuja: una burbuja hecha de lo que está entre la realidad y la falsedad, la convergencia de la verdad y el mal.

Ser humano, sin ser humano, desterrado del presente y puesto a cargo del futuro: nunca estamos más allá de Sx. Laic, elle alejará todo del futuro, para que podamos ser traídos de vuelta al presente, nunca conviertiéndose en pasado, ya que no existe el pasado. El mal no tiene sentido donde no se encuentra Sx. Laic; mas sin embargo, es parte del presente. Nos falta algo. El futuro es la pregunta, el presente es la respuesta, el pasado es la nada. Hay un nada que necesitamos como parte de la pregunta, para poderla convertir en una respuesta vacía pero útil; Sx. Laic es exactactamente lo opuesto de nada: elle nos deja sin espacio para un nada. No hay un nada que podamos convertir en un todo, dejándonos en el centro de la ecuación.

Ayer, una persona le habló a Sx. Laic, pidiendo dejar un hueco para la nada: esa persona era Sx. Laic misme, buscando una forma de dejar de ser insignificante, buscando una manera de hacer la ecuación irresoluble. El misterio persiste, nuestra ecuación no está resuelta. Aún estamos en el centro, mirando de frente hacia el pasado que nunca tuvimos, mientras Sx. Laic está parade justo ahí, con esa sonrisa malvada que no podemos ver; pero podemos sentir. «Peor» tiene un signficado después de todo, lo hemos encontrado: terminó no estando vació.

El origen de Sx. Laic no es un mistero, elle era una buena persona, con una buena sonrisa que podíamos ver desde kilómetros, e incluso a través de la más densa niebla. Sus metas y ambiciones eran claras para todos: no ser un nada era una de ellas. Elle intentó muy duro para extraer el vacío del universo, hasta que lo logró, pero no nos gustó en como todo lo que amábamos terminó convirtiéndose. Ese vació no era nada de lo que habríamos deseado deshacernos si hubiéramos conocido las consecuencias de deshechar nuestro propio significado. El universo era obscuro, ahora es brillante; y todo lo que solía ser brillante, es ahora obscuro, incluyendo nuestra existencia y esperanza. Esa brillante sonrisa se convirtió en una obscura y malvada sonrisa: Sx. Laic era ahora todo lo opuesto, sus metas eran ahora todo lo opuesto también. No existe regreso a la normalidad, los esfuerzos de Sx. Laic se fueron, se nos acabaron las posibilidades.

Hay un mal más allá de su ser, imposible de destruir; somos parte de la obscuridad, no tenemos poder sobre el brillo, siempre estaremos dominados por él. Nuestra ecuación se fue de cabeza, estamos aún en el centro, pero de cabeza. Las variables están intercambiadas, el igual no es igual ya, la densa niebla se fue para siempre. Sx. Laic no es el mal, Sx. Laic está dentro de una burbuja inquebrantable de mal, vistiéndose con incertidumbre, portando nuestra destrucción y echándose una botana en la cocina de la creación ciclada, cocinándonos de nuevo.

Las rutinas diarias se han convertido en el estándar, incluso para Sx. Laic, quien diario se ríe de nosotros a las 3:00 P.M., llora a las 4:30 P.M. y mantiene alejado al futuro de nosotros a las 6:00 P.M.. No hay salida de esa prisión del Tiempo, porque el Tiempo está fuera del brillo y de la obscuridad, dominando sobre Sx. Laic. Que el Tiempo esté dominado por la dirección significa que nada se puede hacer, solo hay una dirección hacia la que estamos cabalgando, con múltiples caminos que nos llevan al mismo lugar: al comienzo. Nuestras bicicletas van a toda velocidad; pero la velocidad no importa, el tiempo no está consciente de ella de todas formas. El bucle no se romperá si no lo rompemos; pero no encontramos la manera.

Ni el Tiempo nos está matando, ni Sx. Laic está siendo matade por el Tiempo; todos estamos siendo matados por el espacio, el cual a su vez está siendo matado por el Tiempo, que a su vez está siendo matado por la dirección. No podemos culpar al Tiempo, pero podemos culpar al vació que Sx. Laic trajo al universo, y podemos llamar a Sx. Laic el origen de nuestra historia de auto-destrucción. Nunca le traeremos de vuelta al presente; pero aprenderemos de su error en algún punto, eventualmente.

Sx. Laic no es une diose, Sx. Laic es una persona, por lo que no podemos rogarle por cambio, debemos ser nosotros quienes seamos rogados como un todo: es la única forma de hacer que ocurra, pero no hay nada que podamos obtener de ese cambio, más que menos esperanza.

Capítulo III. Preguntas, respuestas, intuición y caos

Las preguntas están hechas para destruir una falta de intuición, con intuición. Un bucle de intuición siempre nos traerá de vuelta al comienzo, una infinita cantidad de veces, hasta que nos demos cuenta que no lo podemos detener, al igual que todo lo demás. También pasa que está donde quiera que vayamos; pero no es coincidencia, porque la coincidencia no existe.

La intuición está disfrazada como conocimiento, porque no hay conocimiento, si nos ponemos a pensar; es solo una ilusión, nada más que un reflejo de nuestra falta de intuición. Las preguntas siempre están hechas para ser parte de una ecuación irresoluble de intuición. Nunca terminamos, si era lo que pensábamos. Nunca preguntes, no hay razón para siquiera preocuparse sobre la intuición en primer lugar, además de existir. Nunca preguntes y dejarás de existir, pero deja de existir y ninguna pregunta se hará, porque todo sería una respuesta en ese punto de nuestra hipótesis, sin dejar espacio para la intuición.

La intuición es el combustible, la moneda y el motor de nuestro universo dinámico: no hay universo sin nada fluyendo, porque nuestro universo es ese flujo y no lo que está fluyendo. En el momento en que la intuición se detenga, el Tiempo se detendrá, porque la dirección no es más que un nombre bonito para la intuición. La intuición no es una jefe, es una líder, porque no solo nos mueve: nos lleva hacia algo. El universo es un verbo, no un sustantivo, porque es solo un nombre bonito para la acción y el efecto de las preguntas siendo transformadas en respuestas como resultado de la dirección: como resultado de la intuición.

No lo pienses dos veces, solo pregunta. El universo no es un conjunto estático de preguntas y respuestas, sino una lista dinámicamente enlazada de preguntas, siempre convirtiéndose en una lista dinámicamente enlazada de respuestas. La intuición es la única parte estática de nuestro todo, hay una cantidad limitada de ella y somos la razón por la cual sigue fluyendo. Todo lo que tiene sentido, lo tiene porque nosotros se lo damos. El sentido es la razón de que sigamos fluyendo el flujo. Las cosas que creamos no significarían nada si no las pudiéramos destruir después. La intuición no es nada que creamos, por lo que tiene sentido a pesar de ser indestructible.

No lo pienses dos veces, solo responde. No hay necesidad de preguntas si no pueden haber respuestas. La falta de vacío es el resultado de no preguntar, o no responder. Resulta que el flujo de la intuición es ese vacío sobre el que todo está hecho: nuestros bloques de construcción están hechos de vacío, pero vacío dinámico. Es eso lo que hace al vacío estático y al vacío dinámico diferentes y únicos: uno es un nada que crea un algo, mientras que el otro es un nada que crea un algo; pero, ¿adivina qué? El vacío estático sirve como la base para el vacío dinámico, los necesitamos a ambos, los tenemos a ambos, nunca se irán si no nos vamos nosotros primero.

Pon un temporizador infinito y nunca saques la creación del horno, solo olvídate de ella. No hay necesidad de que nosotros nos convirtamos en un «más». ¿Adivina qué? No es sobre necesidad, el cocinero a cargo del horno sería tomado por loco si siquiera se atreviese a escuchar nuestro alegato y hacer algo al respecto. ¿Adivina qué? Nosotros somos nuestros propios cocineros cocinando a nuestro «más», sin poder oírnos a nosotros, porque la habilidad del sonido para transportarse depende de algo que no tenemos en todos lados. ¿Qué hay de las microondas? Son solo un eco de lo que ya se fue, desvanecido completamente en el pasado no existente.

No hay temporizador que quiera adueñarse de la realidad invisible de las señales idas, empujando el flujo de la intuición. Escucha al vacío, y verás qué tan fuerte puede sonar el silencio cuando no hay nada que detenga las vibraciones producidas por nuestras mentes. Hacia donde quiera que la intuición fluya, no hace diferencia en lo absoluto. Las preguntas están hechas para ser rotas, las respuestas están hechas para ser rompibles y la intuición está hecha para ser un agente del caos silencioso.

Una vez que el caos desaparece, tenemos más caos y menos oportunidades de alterar el proceso natural de las respuestas siendo rotas en preguntas rotas. La razón por la cual nuestras preguntas parecen ser dominadas por el silencio, es porque el caos es aún un misterio: viene y se va sin que nos demos cuenta, sin cambios físicos, pero que podemos sentir por alguna razón, entrando en nuestras mentes y adueñándose de nuestro razonamiento sobre el caos mismo.

La cocina está oxidada, y un removedor de óxido sería genial: es ahí cuando comenzamos a meternos con el caos en una forma en la que terminamos perdiendo, y dándonos cuenta de que nuestra cocina ya no está oxidada, pero no hay sensación de limpieza que podamos notar por la reflexión de nosotros mismos en ella. Accidentalmente descubrimos cómo el caos está en todos lados, y que no puede ser destruido ni creado; pero a diferencia de la intuición, está en todos lados a la vez.

Capítulo IV. No hay lo mejor, solo mejor: relatividad y límites

¿Cuál es nuestro punto de referencia? Ya sabemos que todo es relativo a todo, e incluso la nada es relativa a la nada. Los límites no son relativos porque no existen, y si no podemos ver el panorama completo, nuestra falta de visión será siempre relativamente similar a la miseria e insignificancia. «Lo mejor» es una ilusión que creamos para convencernos de que lo sabemos todo, cuando en «realidad», no estamos para nada cerca de estar conscientes de todo. El infinito es una ilusión, nacimos para bucear dentro del misterio de un espacio sin bordes, romper nuestros bordes imaginarios y límites auto-impuestos son la razón por la que tenemos una elección, muchas, de hecho; infinitas elecciones.

«Lo mejor» y «lo peor» son las palabras a culpar por nuestra miseria, odio e ignorancia. Las palabras «mejor» y «peor» fueron construidas sobre nuestra naturaleza relativa: nuestro futuro depende de ellas. Falsa es nuestra percepción de la relatividad, así como de nosotros. Somos relativamente falsos para el universo, mientras nuestra percepción nos hace pensar que somos relativamente todo para el universo; ambas cosas son tanto ciertas como verdaderas: relativamente hablando. Delirios por doquiér, no podemos escapar de nosotros mismos y nuestra «peor» ignorancia.

El Tiempo está mejorando, mas nunca será el mejor. El espacio está intentando ganar la carrera; pero su velocidad se divide a la mitad en cada paso, por lo que parece ser el peor competidor, mas solo es peor que el resto. El Tiempo está intentando rebasar al espacio, el espacio está tratando de rebasar al Tiempo; la intuición es la juez. No importa quién llegue primero a la meta, es la intuición quien decide quién es el mejor o el peor; pero la intuición está consciente de que no existen tales cosas, y por lo tanto, el veredicto final es nulo. La carrera no fue insignificante a pesar de ello, ya que ambos tienen sus propios veredictos, que es lo que los trajo a la carrera para empezar. Ninguna decisión se tomó, ningún premio se entregó, ningún número uno será anunciado jamás, porque no hay necesidad: no hay audiencia a la que le importe, porque no hay audiencia, además del Tiempo, el espacio y Sx. Laic—quien también tuvo la oportunidad de asistir. No fuimos invitados, porque aparentemente, somos los competidores. En este punto podemos darnos cuenta de un giro en la trama de nuestra cocina: respira, no estamos yendo a ningún lado que no queramos, y llora, porque no hay nada de qué emocionarte tampoco. Hazla más allá de la línea de la paciencia y olvídate de los límites, no tomará para siempre; excepto que sí lo hará.

¿En serio creíste que «nada» y «todo» existían? «Lo Mejor» y «lo peor» no son nada más que palabras bonitas para nada y todo, respectivamente. El hecho de que ambas sean mencionadas cada medio minuto las hace parecer reales, cuando en realidad son reales, pero no como creías. Existe una paradoja misteriosa detrás de la existencia de dos sinónimos de cosas no existentes, que representan dos cosas idénticas que sí existen. ¿Cómo puede no haber «lo mejor», aunque «el todo» está evidentemente alrededor en nuestro universo? ¿Cómo puede no haber «lo peor», mientras «la nada» está claramente alrededor de todo en nuestro universo?

Mira a tu alrededor, hay algo que no sabemos sobre lo que nos rodea, algo que no nos han dicho aún. No hay gente que quiera romper la respuesta, porque la intuición es la única cosa atada a los límites: nada más lo está. Entonces, ¿yace la pregunta irrompible en la intuición después de todo? No hay forma de que la intuición se rompa a sí misma, un combustible fundamental no se rompería por sí solo. Entre más pensamos en romper, más rota se vuelve nuestra esperanza, así como las oportunidades de que sigamos intentando: dividiéndose a la mitad en cada intento, nunca llegando a cero, pero tampoco acercándonos más.

Capítulo IV. ¿Despierto en sueños o soñando despierto? Sueños, realidad, bucles e integridad.

Intentando salir de tu cama, te encuentras sin energía, por lo que caes en el suelo y después, luego de intentar alcanzar la puerta, te encuentras en tu cama de nuevo, pero no te puedes mover. Después de algunos minutos, te encuentras en el suelo nuevamente, y de pronto, estás en tu cama, y hay una araña colgando de una telaraña, justo frente a ti: te muerde dos veces, intentas deshacerte de ella, y entonces, desaparece, y sientes un cosquilleo en tu cerebro, electricidad. Estás atrapado en un bucle, uno que va a través de diferentes variaciones de ti intentando dejar tu cama, pero fallando debido a diferentes razones, hasta que finalmente despiertas. El siguiente día, el bucle se repite, pero esta vez vas al baño y regresas a tu cama. No hay manera de saber cuál iteración es la real, todo se siente raro cuando finalmente despiertas. Si vuelves a quedarte dormido, luego de que despertaste del bucle, entras nuevamente en el bucle. ¿Está ese bucle intentando decirte algo?

Como verás, los sueños son complejos, pero también la realidad: nunca puedes saber cuál es cuál, excepto que sí puedes. Los sueños y la realidad son de hecho lo mismo, ¿no son los sueños parte de la realidad? Entonces, soñando o no, estás experimentando una realidad dentro de tu realidad, la cual puede contener parte de tu realidad o puede hacer tu realidad parte de esa realidad. De hecho, todas las realidades que existen, han existido o existirán; no son nada más que partes de la misma realidad, siempre. Solo hay una realidad, ciclando todo el tiempo a través de variaciones aleatorias y cambios.

Tu bucle corre dentro del bucle de todos, y es ahí donde todo está conectado. No puedes bloquear tu bucle, o bloquear el bucle de alguien más; pero puedes remover todas las variables involucradas, y siempre obtendrás el mismo resultado. Pero entonces, ¿cómo «bloqueas» el bucle de todos los demás? Ya que todas las variables en nuestra realidad están interconectadas, tienes que destruir la intuición para que nada pueda cambiar, porque entonces nada existiría.

Tu sueño ciclado está tratando de decirte algo, está tratando de decirte que algo está mal en tu bucle. Estás ciclando dentro de un bucle, y ese bucle está ciclando dentro del bucle universal, lo cual revela una falla en la realidad que siempre ignoramos, pero que trae todo tipo de problemas, que no podemos percibir porque no podemos percibir nada dentro de nuestro bucle, solo podemos percibir todo aquello que cicla en nuestro bucle, y hacia dónde está ciclando.

¡Nunca te metas con tu bucle! Terminarás chocando contra los bucles de otros, resultando en confusión, pérdida de identidad y pérdida de realidad. Si somos seres humanos, nuestro bucle es fuerte, pero tiene varios fallos, que una vez explotados rompen nuestro bucle, y no eres nada fuera de tu bucle, ni serás jamás algo de nuevo; a menos que la intuición te ponga de vuelta en otro, pero entonces habrías perdido más de la mitad de tu consciencia, partes de ti flotando alrededor del vacío bucle universal, hasta que entren en sus propios bucles y se conviertan en las partes faltantes de ti: nunca esperes reencontrarte con tus partes faltantes, ya se fueron para ti, y tú te fuiste para ellas. Entonces, ¿qué te falta perder de tu integridad restante? ¿Vale la pena seguir siendo un todo? ¿Vale la pena seguir siendo? ¿Qué si mejor te rindes y te divides?

La integridad es el arte de ser un entero, romper el arte es romper el entero. Seres explotados tratando de ciclar juntos nunca romperán su estado, sino crearán más estados, tratando de romper o siendo rotos. ¿Romper o ser roto? No hay ninguna diferencia, ya que el romper no tiene dirección, porque romper de hecho significa alterar la integridad: convertir la integridad en una falta de ella, donde la falta de la integridad es de hecho la base de la integridad misma, los cimientos del entero. Cicla hacia la nada, y espera encontrarlo todo; pero no esperes que todo rompa tu bucle, ni esperes romperlo todo, porque estás ciclando hacia la base, estás ciclando hacia el núcleo de todo.

Sx. Laic se encuentra a sí misme ciclando hacia la nada, de hecho elle es la única persona ciclando hacia la nada, y por lo tanto, la única persona con una integridad perfecta. ¿Por qué nadie está ciclando hacia nada, entonces? Porque a donde quiera que ciclamos, se convierte en todo, y a donde quiera que Sx. Laic cicla, se convierte en nada, incluyéndose a sí misme. Cicla hacia Sx. Laic y serás expulsado y te romperás. Ninguno de nosotros quiere intentarlo de nuevo, no es la mejor experiencia; pero no te preocupes, tus sueños te advertirán si te acercas al bucle de Sx. Laic, para que así tengas una elección, que siempre deberás tomar, o tu medio tú y tus partes faltantes se arrepentirán.

Acerca del autor

Yo, sentado frente al Golden Gate.

Mi nombre es Iván Alejandro Ávalos Díaz, tengo 16 años y aún sigo estudiando Ingeniería en Sistemas Computacionales en el TecNM en Celaya. Soy un desarrollador de software, diseñador y artista amateur. Todo lo que hago, trato de hacerlo resaltar del resto, y este libro no es la excepción (es de hecho el mejor ejemplo). También soy el autor de El Libro Con Más Ilógica (2017).

Fecha: 2020-08-10

Autor: Iván Alejandro Ávalos Díaz

Created: 2020-11-26 Thu 23:11

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